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martes, 14 de abril de 2015

ASI ES LA BASE ESPAÑOLA GRAN CAPITAN.

El trabajo continuado, desde hace dos meses, de los setenta efectivos de Ingenieros, de la Unidad de Apoyo al Despliegue en Iraq, está dando su fruto y, sobreponiéndose a las dificultades que conlleva la ejecución de un proyecto de esta envergadura tan lejos de España, la Base Gran Capitán ya empieza a ser una realidad.

Planificada sobre una superficie de unos 45.000 metros cuadrados, la Base ha sido diseñada para albergar a unas 450 personas, con una infraestructura final que ha de cumplir todos los requisitos de seguridad, vida y trabajo, para el cumplimiento de la misión.


Localizada en las proximidades de la localidad iraquí de Besmayah, a unos 60 kilómetros al sur de Bagdad y situada en el interior de una importante zona de adiestramiento militar, diseñada en su momento por militares estadounidenses, la Base Gran Capitán se encuentra contigua a una base militar iraquí, en las cercanías del área de vida y adiestramiento del personal a instruir, y a no mucha distancia de la base americana, Fob Hammer... En principio la base española está situada en una “zona segura” en la que, para acceder a ella, hay que superar un gran número de controles, “check point”, y vigilancias de zona, cuyo propósito es el de disuadir, detectar y dificultar, en lo posible, la infiltración y el avance hasta el área de habitabilidad de cualquier elemento hostil.

No obstante y aun disfrutando de una situación de normalidad, teniendo en cuenta el escenario en el que viven y trabajan los soldados españoles, la construcción de instalaciones de seguridad y protección del personal, han ocupado el 85% del tiempo de trabajo del equipo de Ingenieros y de los recursos invertidos hasta el momento. Entre esas medidas destaca la demarcación de todo el perímetro de las instalaciones españolas con los famosos “T walls”, unos bloques de hormigón con una base en forma de “T” y que, colocados en vertical, miden casi cuatro metros de altura… A esto hay que añadir la instalación de torres de vigilancia, también de hormigón, distribuidas por todo el contorno.

También, en el interior del recinto, los “T walls” delimitan las diferentes zonas y compartimentan los espacios dando protección a cada edificio, construcción o habitáculo de campaña… Además, repartidos por toda la Base, los refugios para personal, fabricados con hormigón armado, y planificados para aguantar un eventual ataque con granadas o morteros, completan las instalaciones destinadas a proporcionar seguridad a los soldados españoles.


En palabras del teniente coronel César De Cea, Jefe de la Unidad de Apoyo al Despliegue y, por ello, responsable del equipo de Ingenieros que está llevando a cabo el esfuerzo principal en la construcción y el acondicionamiento de la Base, “después de dos meses de duro trabajo, las instalaciones están ahora mismo a casi un cuarenta por ciento y calculamos que nuestra tarea podría estar concluida dentro de otros tres meses”…

Aunque de momento ha primado la seguridad sobre todo lo demás, lo cierto es que el proyecto urbanístico de la Base recoge varias zonas claramente diferenciadas, como son la de mando y control, seguridad, vida y servicios… Un área logística que incluye zonas de abastecimiento y mantenimiento… Una zona de alimentación… Y un área de recreo que incluiría, entre otras instalaciones, un gimnasio, un locutorio de internet, una tienda, una biblioteca y un bar/cafetería…

Entre las muchas dificultades que ha habido que ir salvando durante estos dos meses, el tcol. De Cea destaca la escasez de materiales disponibles en zona y lo problemático que resulta conseguir lo necesario, con los parámetros de calidad exigibles, en cada momento.

Debido a las condiciones de calor extremo en donde se ubica la Base, una zona predesértica muy árida, el tcol. De Cea considera como el factor de planeamiento más importante, el de asegurar el adecuado suministro de energía eléctrica que permita atender holgadamente, entre otras necesidades, la climatización de todas las áreas y zonas de la Base. En principio esta necesidad quedará cubierta mediante la instalación y puesta en marcha de ocho potentes generadores. Además, para garantizar las condiciones de salubridad del agua que se destine a uso sanitario, la Base dispondrá en breve de una planta potabilizadora propia.

Comparada con otras bases españolas en el exterior, se podría decir que la Base Gran Capitán es de las más pequeñas en cuanto a la proporción entre personal que la habita y extensión de terreno disponible… Puede que, precisamente, ese sea su mayor inconveniente. Además de los soldados españoles allí desplegados, cuyo número ronda los trescientos, también allí, dentro de poco tiempo, deberán de alojarse unos cincuenta soldados estadounidenses y otros cuarenta soldados portugueses… Pero para contrarrestar su mayor inconveniente, el teniente coronel De Cea destaca, a su juicio, la mayor virtud de la Base: “Es una base muy funcional, construida con un coste mínimo y máximo aprovechamiento del espacio”.

La Unidad de Apoyo al Despliegue

El principal activo de esta Unidad es la polivalencia y calidad profesional de su personal. Formada sobre la base del Regimiento de Especialidades de Ingenieros nº 11 de Salamanca (de hecho 67 de sus 70 componentes proceden de esta Unidad), el personal que la integra atesora una dilatada experiencia en misiones internacionales, habiendo desplegado en todas las que ha participado España en los últimos veinte años. En la Unidad ahora desplegada en Iraq, hay miembros que acumulan hasta diez misiones internacionales.

En cuanto a capacidades, la Unidad puede redactar y controlar los proyectos de obra, incluyendo el control de trabajos y dirección técnica de empresas y trabajadores civiles, y también, la ejecución de trabajos de construcción, instalaciones de fontanería y saneamiento, o instalaciones eléctricas.


Fuente:emad.mde.es

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